Cuando los jugadores tienen hijos
Sufren de forma casi inevitable los excesos de los padres.
Pronto se dan cuenta de que viven en un ambiente extraño.
A veces, cuando el jugador gana, reciben regalos exagerados y otras pasan privaciones e incluso hambre cuando no hay dinero.
Esta inconsistencia se ve reflejada en un descenso en su rendimiento escolar.
Igualmente, cara al futuro, su proceso de socialización es inadecuado, sobre todo al no adquirir las habilidades de manejo de dinero y de organización de sus presupuestos.
En la vida adulta, muchos de los hijos de jugadores llegan a sufrir trastornos psicopatológicos diversos cuyos antecedentes están en esa “vida desordenada” de cuando eran niños.
Viven discusiones y peleas, silencios tensos y largos en casa, a veces malos tratos y abandonos.
La educación muy resentida, sus modelos son inadecuados y en muchos casos tienen graves problemas de conducta.
Rendimiento académico deficiente y se hacen más vulnerables al desarrollo de toxicomanías y juego.
Fuerte necesidad de “escape de la realidad” de la tensión emocional causada por vivir en un hogar infeliz.
Los padres son ejemplos para los hijos y son los modelos más importantes para su vida porque en ellos se ven reflejados y suelen heredar ciertos hábitos, costumbres e incluso comportamientos. Cuando los padres no dan ejemplo y son un mal modelo, los hijos corren el riesgo de aprender conductas nocivas. Eso sin tener en cuenta el daño emocional que les pueden hacer.