El 29 de octubre se celebra Día Mundial sin Juegos de Azar, una fecha para recordar que la adicción al juego puede llegar a ser sumamente perjudicial para todos los individuos que las padecen así como para sus familiares, pero también un día para despertar de su letargo a quienes la sufren y recordarles que hay salida, que una vida sin juego es posible.
Mostramos nuestra preocupación por el uso que nuestros jóvenes realizan del juego, y aunque legalmente tienen prohibido su acceso, después no se garantiza este precepto legal que nosotros detectamos por la edad en que aparecen en nuestras entidades integradas, presentando ya una situación de adicción.
Estamos viviendo una práctica de marketing agresivo dirigido a este sector de la población que aún está formándose y no tiene estrategias de afrontamiento consolidadas, dejándose arrastrar por todos estos mensajes de búsqueda de recursos a través de una actividad en la que solo funciona el “Azar”. Reiterándola hasta terminar enganchándose y aislándose socialmente.
Otro sector, éste por falta de motivación y por falta también de apoyo, que nos preocupa especialmente son las mujeres, que no sólo presentan unas diferencias en su patología sino que tienen poca comprensión social en la sociedad y en los procesos de apoyo para superar su enfermedad.
Cuando un porcentaje de la población se encuentra afectada reciben un ninguneo por parte de la administración que banaliza su situación o incluso la niegan, teniendo que realizar un esfuerzo enorme para encontrar, normalmente en el movimiento asociativo, una salida a su problema.
Entendemos que todos nosotros/as debemos realizar una labor preventiva sobre estas conductas, por un lado educando a nuestros entornos, pero también reclamando la atención y la intervención de las diferentes administraciones como garantes de la salud pública.